lunes, 9 de marzo de 2009

Capítulo III: Luna de Miel

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Bella sintió un deja vú apenas puso un pie en la casa. Millones de recuerdos se agolparon en su mente y le pareció que había pasado tan poco tiempo desde que, nerviosa y algo asustada, había caminado por la suave arena hasta reunirse con Edward en el mar.

-Creo que ahora si podremos usar la habitación blanca sin destruir las almohadas.- Murmuró Edward en su oído.

-O la habitación azul sin destruir la cama- respondió Bella girándose hasta quedar frente a él, se acercó para besarlo y en cuanto él le respondió la levantó en brazos para llevarla a la habitación… blanca.


***


La mañana los había alcanzado tan pronto que no parecieron darse cuenta hasta que la piel de Bella, que estaba recostada hacia el lado de la ventana, comenzó a brillar.

-Bella, amor- llamó suavemente Edward con los labios pegados a los de ella.

-¿mmm?

-Deberíamos levantarnos, apuesto a que te mueres por bucear sin snorkel.- Ella abrió los ojos lentamente y sonrió.

-Sí, la verdad es que me gustaría, pero antes quisiera saber como están Nessie, Charlie y los demás.- Edward estaba en pie en menos de un segundo dispuesto a buscar el notebook que la noche anterior había quedado olvidado en la lancha junto con el resto del equipaje, pero un gritito de Bella lo detuvo en seco- ¿Sucede algo?

-¡Edward, cúbrete!

-Necesitaremos un terapeuta si éstas semanas no sirven para quitarte esa estúpida timidez- el tono de Edward evidenciaba una molestia que Bella nunca había sentido dirigida hacia ella.

-¿Estás... enojado?- su voz se perdió en un murmullo mientras sus ojos bajaron a sus manos que apretaban fuertemente la cobija blanca.

-¿Quieres la verdad? Bella asintió y el inhaló antes de hablar- a veces dudo que tu decisión haya sido la correcta.- Ella levantó la vista para decirle que no era así, que lo amaba más que a su propia existencia y que está dispuesta a hacer lo que sea por estar con él... pero él ya se había ido.

Volvió casi al instante con un par de grandes maletas y un bolso colgado cruzado. Dejó las maletas a un lado de la cama y se quitó el bolso, lo abrió y sacó el notebook... todo en el más sepulcral silencio. Bella lo observaba atenta, esperando que él le dirigiese una mirada, pero eso no sucedió. Le tendió el equipo sin mirarla y antes de salir de la habitación habló.

-Voy a cazar algo, dale saludos a Renesmee de mi parte.- y Bella se sintió incapaz de responder. Dejó el notebook a un lado y salió de la cama, no sentía ánimos ahora de hablar con su hija, ella notaría de inmediato que las cosas no estaban bien y no tenía intenciones de preocuparla. Se acercó a una de las maletas, la abrió y sacó el primer pantalón de mezclilla que encontró y una camiseta sin mangas. Luego se dirigió a la sala de televisión tomó cualquier película y la colocó en el reproductor. Cuando empezó casi vomita, era el mismo musical que habían visto la primera vez que estuvieron ahí.


***


Rosalie caminaba con Emmett tomados de la mano en los lindes del bosque cerca de su casa, Nessie iba delante de ellos cortando flores y tarareando la canción que Edward compuso para Bella.

-¿Te dije hoy que te ves deslumbrante?-

-No lo habías dicho, pero cuando bajé pude darme cuenta por la forma en que me veías- Rosalie lo vio de lado y sonrió con arrogancia, pero antes que él pudiera responder ella volvió a hablar- ¿y sabes que pensé yo en ese momento?

-Nop, el que lee las mentes no soy yo- sonrió

-Pues, pensé que era la más afortunada en el mundo por tenerte todos los días conmigo y porque tu aguantas todos mis desplantes.-Emmett soltó una risotada tan fuerte que hasta Renesmee se giró para verlos unos instantes, luego siguió cortando flores- ¿Qué te sucede?- ahora Rosalie estaba un poco enfadada.

-¿Estás muy sensible últimamente, verdad?- sólo dejó de reír cuando Rosalie hizo el intento de soltar su mano, y se acercó a ella para susurrar en su oído- te ves hermosa cuando te enfadas, amor.- Ahora ella sonrió y tomó su mano con más fuerza, miró hacia Renesmee y soltó un suspiro.

-Jamás será igual.

-¿Qué cosa?- preguntó Emmett sorprendido

-Ella, jamás será mi hija completamente

-¡Claro que lo soy!- Nessie en un segundo estaba frente a ellos que debieron detener su andar de golpe para no chocar con ella.- además, a ti te voy a contar más secretos que a mi otra mami- Emmett y Rosalie se miraron perplejos unos instantes.

-¿A que te refieres?

-Pues que tú no me vas a sermonear como Bella, mami Rose... ya sabes, Jacob...

-¡Oh!, el perro- Rosalie escupió la frase.

-¡Ajá!

-Pues, creo que no... no seré tan dura contigo... pero con él...- sonrió con un brillo malicioso en los ojos.

-Te quiero- dijo Nessie mientras se abrazaba a las piernas de Rosalie y salió corriendo tan rápido que ésta no le pudo responder.

-Yo también te quiero- murmuró Emmett en su oído, y Rosalie se sintió inmensamente feliz.


***


Bella tenía la vista fija en la pantalla aunque no veía lo que pasaba en ella, su mente trabajaba a toda velocidad tratando de encontrar una respuesta a lo que le sucedía, esa repentina timidez era absurda y lo sabía ¿cómo seguía con esa actitud cuando tenía claro que estaba mal? Su vista se dirigió a la pieza blanca donde el notebook aún estaba sobre la cama, pero algo más llamó su atención: el pequeño celular plateado estaba sobre el velador, y Bella decidió que era momento de hacer una llamada, a su madre.

Edward estaba sobre unas rocas viendo fijamente el mar. Se arrepentía tremendamente de haber sido tan duro con Bella, por eso no le habló cuando llevó las cosas al cuarto, tenía miedo de ver odio en su mirada. En realidad no había cazado, ni siquiera sentía hambre. Pero no podía negar que estaba muy molesto y que, en cierta medida seguía creyendo que Bella hubiese sido más feliz con un noviazgo normal, un matrimonio sin presiones... con tiempo para conocer al que sería su esposo y poder estar con él sin tantos problemas. Su mente vagó inconcientemente a Jacob y golpeó con el puño la base de la roca donde estaba, el golpe fue tal que ésta se partió en dos y tuvo que saltar hacia atrás cuando una parte cayó al mar produciendo un ruido sordo.

No pasaron más de dos minutos cuando Bella llegó a su lado.

-¿Estás bien, Edward?- su tono preocupado lo hizo alzar la vista para verla a los ojos. Error, se sintió tan miserable que quiso arrojarse tras la roca, aunque sabía que eso no serviría de mucho- Oí un ruido, creí que te había pasado algo.

-¿Algo como que? ¿Algún animal vampiro que me hubiese mordido?- sonrió de lado tratando sonar divertido, Bella lo miró sin responder, él se giró nuevamente para ver el mar.

-¿Te gusta, verdad?- sintió que Bella se sentaba a su lado.

-¿Qué cosa?

-El mar... si pudieras vivirías siempre cerca de la costa.

-Si, es tranquilo. Eso me agrada.

-¿Qué te parece si vamos a nadar? Me muero por no hacer snorkel- Edward la miró asombrado, no parecía molesta. Ella tomó su mano y el instintivamente estrechó la suya. Bella se levantó y lo jaló para que la siguiera pero antes de moverse él le habló.

-Respecto a lo que dije hace un rato...

-No importa- le cortó ella mientras sonreía y lo jalaba ahora con ambas manos- ven, ¡vamos!- y Edward no supo que hacer frente a eso así que sólo se limitó a seguirla.


***


Jacob veía ansioso el horizonte desde el patio de su casa, a pesar de que era domingo y no tenía escuela había decidido no visitar a Renesmee hasta la tarde para no crear conflictos con Rosalie, su expresión de añoranza cambió a una de desagrado cuando sintió un olor familiar cerca suyo.

-La vas a visitar luego ¿verdad?

-Hola Leah- luego haciendo un todo agudo dijo- “Hola Jake, amigo ¿Qué tal estás hoy?

-¡Oh! No seas absurdo, sólo quiero saber si necesitas que te acompañe hoy, tengo que hacer algunas cosas durante la tarde y quiero organizar mis tiempos.

-No hay problema, puedo ir sólo, los Cullen no van a complotar para matarme.

-Lo sé, pero...- guardó silencio abruptamente y Jacob percibió algo de incomodidad en ella por lo que se giró para verla de frente.

-Pero que- la apremió para hablar.

-No lo sé, tengo una extraña sensación como si algo malo fuera a pasar- su voz y su semblante eran preocupados, Jacob supo que hablaba en serio.

-Y yo que pensé que Alice era la vidente- Leah hizo un mohín y el se animó a molestarla un poco más- ¿Temes quedarte sin líder y tener que volver a la manada de Sam?- Jacob terminó de hablar y supo que había cometido un grave error, a pesar de que su tono era jovial Leah no estaba para ese tipo de comentarios.

-A veces eres tan idiota- arrastró sus palabras como si fueran víboras a punto de atacar y luego sin más se giró y comenzó a correr lejos del bosque desde donde en unos segundos se oyó un terrible aullido.


***


Edward y Bella nadaban cerca de la orilla, para alcanzar a oír el celular que habían dejado tras una roca, sabían que Renesmee los podría llamar en cualquier minuto.

-¿Sabes, Edward? Creo que comienzo a sentir un poco de calor- Edward la miró asombrado.

-Bella, podemos sentir las temperaturas pero el clima no nos afecta hasta ese punto.

-¡Oh! Bueno, de todas formas siento calor- y sin más desabrochó las tiras que sostenían la parte superior de su bikini por la espalda, luego y sin dejar de ver a Edward a los ojos desabrochó las tiras que pasaban por su cuello. El no salía de su asombro y sólo atinó a moverse cuando sintió la pequeña prenda estrellarse contra su rostro. La tomó en sus manos y sonrió cuando vio que Bella ya no estaba frente a él, a sus espaldas ella lo llamaba divertida.

-¿Qué se supone que haces?- dijo él cuando la alcanzó y la abrazaba contra sí. Ahora estaban más lejos de la orilla y la profundidad del mar debía ser de varios metros por lo que ambos movían sus pies para mantenerse a flote.

-Estoy- hizo un gesto de comillas antes de seguir – “liberándome frente a ti”, sólo... dame algo de tiempo ¿sí?- Edward la acercó y besó su frente antes de hablar.

-Tendrás todo el tiempo que necesites y Bella- esperó hasta que ella lo viera a los ojos- lamento lo que dije hace un rato, sabes que pierdo la paciencia con facilidad pero eso no me justifica. Si decides no hablarme o enojarte conmigo lo entenderé y te prometo que voy a controlar mi temperamento, lo juro.- Su mirada era serena, ahora se sentía en paz. Bella sonrió y lo besó en los labios un instante.

-Si, a veces eres un cascarrabias insufrible... pero la mayoría del tiempo eres bastante agradable- Bella soltó una carcajada cuando vio la mirada avergonzada de él.- Aún así te amo, y jamás dudes respecto a la decisión que tomé, yo no lo hago.- Ahora él la besó intensamente mientras sus manos se movían frenéticas bajando por la espalda hasta situarse en las caderas de Bella.

-No... no sabes... cuanto te deseo- dijo apenas la soltó. Ambos respiraban agitadamente, las manos de Bella que estaban entrelazadas al cuello de Edward, bajaron hasta tomar las de él y las dirigieron al borde de la única prenda que ahora cubría su cuerpo.

-Soy tuya, por completo- y esa frase desató un mar de emociones en Edward que se abalanzó sobre Bella como si su vida dependiera de los segundos en que sus cuerpos se unían. A lo lejos se oyó el celular.

-¿Volvemos?- murmuró Bella sin alejarse demasiado de los labios de Edward y mientras sus manos jugaban con el borde de su traje de baño.

-No, Alice le dirá que estamos bien.- Bella lo observó compungida.

-¿Ella está viendo esto?

-Espero que no mire demasiado- murmuró él antes de volver a besarla mientras se hundían en las cálidas aguas del mar, a lo lejos el ruido del celular se perdió entre el sonido del reventar de las olas.


***


-¿No contestan?- preguntó Alice mientras veía con una sonrisa de suficiencia a Nessie que insistía en marcar los números otra vez.

-Tía, si sabes algo es mejor que lo digas ya, estoy perdiendo la paciencia.- Nessie se veía muy enojada.

-Bien, ellos se encuentran perfectamente pero están algo “hundidos” como para contestar. Déjalo ya, ellos llamarán en cuanto puedan.

-¡Que clase de padres son éstos! Han pasado dos días desde que se fueron y aún no dan señales de vida.

-Será porque no están vivos, perro- Rosalie lo miraba con una sonrisita de suficiencia y Emmett rió por lo bajo. Jacob le dedicó una mirada mosqueada pero luego sonrió de lado.

-¡Eh! ¿Sabes qué es una rubia teñida de negro?...- Rosalie lo vio fijo sin decir una palabra pero arqueo una ceja en clara señal de advertencia- inteligencia artificial.- y todos rieron, excepto Rosalie, por supuesto.


***


Los días pasaban con una relativa calma en Forks, salvo por las disputas entre Rosalie y Jacob que Charlie debía presenciar cada vez que visitaba a Nessie, visitas en las que además aprovechaba para hablar con Bella por la conexión de Internet que mantenían a diario con su hija. Le alegraba verla cada día más feliz que el anterior. Ese día al igual que el anterior regresaba de la casa Cullen un poco más tarde de lo que correspondería una visita ordinaria, pero ¡que diablos! Pensaba Charlie, si es como si en esa casa jamás durmieran; así que no importaba demasiado si se quedaba un poco más, por otro lado ni Bella ni Nessie le recriminaban por ello. Estacionó la patrulla en el lugar de siempre pero ya estaba demasiado cansado para notar la silueta que se dibujó contra el recibidor cuando las luces del auto apuntaron allí. Se percató de que alguien más estaba allí cuando vio otro auto un poco más allá, al lado de la camioneta que fue de Bella. Ahora fijó su vista en dirección a la puerta de su casa y casi se ahogó con su propia saliva cuando reconoció a la persona que allí lo esperaba.

-¿Qué tal estás Charlie?

-Bien, creo... ¿y tú?

-Estoy bien, pero debemos hablar.

-Supongo, ¿quieres pasar?- avanzó a un lado para abrir la puerta de la casa. Una vez estuvieron dentro él colgó la pistola y su chaqueta y luego se dirigió a la cocina.- ¿Quieres tomar un café?

-No, Charlie. Quiero hablar... de Bella, nuestra hija.- Charlie dejó la taza a un lado y miró a Renee con más atención, entonces supo que algo debía saber y que esa noche sería muy, pero muy larga.

-Hablemos, entonces.

martes, 17 de febrero de 2009

Capítulo II: Recuerdos

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Edward acariciaba con extrema delicadeza la cintura de Bella mientras ella se entretenía dando suaves masajes al lóbulo de la oreja de él.

-Ya es tarde, Nessie debe estar despierta hace bastante.

-Rosalie puede hacerse cargo, le servirá de práctica para cuando no estemos- Murmuró Edward mientras se acercaba para besarla. Al cabo de un rato, cuando por fin se separaron Bella habló.

-Respecto al viaje quería hablar contigo- Bella se levantó para hablar mejor pero al hacerlo la sábana bajó dejando su torso al descubierto. Edward se limitó a apoyarse en su brazo para ver mejor el espectáculo que Bella le brindaba, ella no pareció darse cuenta.

-¿Sí?

-Pues bien, estuve pensando en lo que comentaste hace unos días, respecto a lo rápido que crece Nessie y no me gustaría perderme alguna etapa importante, ya sabes… hoy hace dibujitos en la pared ¿Qué tal si en una semana ya sabe leer y escribir?- Edward se acercó a ella y con cuidado acarició su rostro, luego besó su frente y suspiró profundamente antes de hablar.

-Sabes que opino como tú, Nessie crece muy rápido y con cada minuto que pasa, se aleja más de nosotros y se acerca más a Jacob- Bella le dedicó una mirada del tipo “loco celoso” y Edward lo notó- sí, me molesta esa cercanía pero también estoy conciente de que él es lo mejor para nuestra hija… es ahora su hermano mayor, más tarde será su mejor amigo, su mejor confidente y luego…- hizo un silencio que Bella no se atrevió a interrumpir- bueno, luego estarán juntos por la eternidad, como nosotros.

-A eso me refiero, tenemos toda la eternidad para estar juntos ¿es necesario irnos ahora cuando podemos mejor ocuparnos de Renesmee?

-Amor, quiero poder estar un tiempo contigo a solas, sin una familia de vampiros agudizando sus oídos al máximo para oír todo lo que hablamos, o hacemos- dijo Edward mientras con su dedo índice trazaba el contorno de la cintura de Bella quien bajó la vista para seguir el movimiento y recién se percató de lo descubierta que estaba.

-¡Edward! ¿Por qué no me avisaste?- inquirió ella cubriéndose al instante, él rió con fuerza.

-Sólo disfrutaba de la vista…- ella le dirigió una mirada furiosa- ¡oh Bella, vamos! Eres mi esposa… si quieres me quito la sábana yo también, para que estemos en igualdad de condic…

-¡NO!- Bella automáticamente soltó la sábana para cubrirse los ojos y Edward rió estruendosamente, convencido de que se oyó hasta la casa de sus padres sin necesidad de esforzar el oído.

-Tenemos una hija, estamos juntos todas las noches ¿y te avergüenza verme desnudo o que yo te vea?- Bella asintió en silencio, sin atreverse a quitar las manos de su rostro, ella tampoco se lo explicaba, la primera vez que pasaron la noche solos en la casa Cullen ella era la más dispuesta a quitarse la ropa. No sabía de donde había salido de pronto toda esa timidez.- Vamos Bella, mírame- ella negó con la cabeza. Edward se acercó a ella y la abrazó con fuerza besando muy despacio su cuello, desde atrás de la oreja hasta el hombro, de ida y vuelta.- Señora Cullen, debe relajarse- su voz era un arrullo y las manos de ella bajaron lentamente para devolver el abrazo, aún sin mirarlo, apoyada en su hombro.

-Es una estupidez, esto no debería pasar- soltó un suspiro cuando la mano de Edward bajó a sus caderas.

-Y por eso vamos a irnos a Brasil, necesitamos un tiempo a solas… Bella, amor- murmuró él separándose del abrazo y tomando su rostro con ambas manos para verla fijamente, ella no desvió su mirada- Nos amamos, eso es innegable, pero debes reconocer que nuestro tiempo de noviazgo fue bastante breve en comparación a los tradicionales que finalmente terminan en matrimonio y quizás por eso aún no sientes una confianza completa cuando estás conmigo.

-Pero yo te amo, mucho. Tú y Renesmee son lo más importante que tengo y…- Edward la acalló con un suave beso, apenas un roce.

-Sabes que siempre te concedo todo lo que me pides, concédeme tú a mí ahora esta luna de miel, por favor- él le dedicó una mirada de súplica que le resultó imposible resistir.

-Muy bien, iremos- cuando Edward se iba a acercar para besarla ella le detuvo- pero con dos condiciones.

-Te escucho- dijo él sin poder ocultar su alegría.

-Bien, la primera es que será por un tiempo limitado, máximo dos semanas.

-Hecho, ¿Cuál es la otra?

-Nos llevaremos un notebook y hablaremos diariamente con Renesmee y Charlie, no quiero estar tan ausente para ninguno de ellos.

-Esa es una muy buena idea, déjame confirmar con Carlisle que tan buena es la señal por allá, sino vemos alguna forma de conexión satelital.

-Ok.

-Bien- Se quedaron en silencio sin saber que más podían decir. Edward sonrió de lado cuando Bella se acurrucó junto a él.

-¿Vamos ya a buscar a Renesmee?

-Si, ya es hora.


***


A Bella ya no le parecía que tenía tiempo de sobra; en su mente, el recuerdo de los días anteriores pasaba por su mente con una celeridad increíble. Ahora, mientras esperaba junto a Edward que la puerta A32 del aeropuerto en Houston se abriera para subir al avión que los llevaría a Brasil, se preguntaba si de verdad todo aquello no había sido producto de algún sueño.

Esa mañana, luego de ser convencida por Edward para hacer el viaje, había ido a casa de Carlisle para recoger a Renesmee y aprovechar de pasar ese día con ella, los pasajes tenían fecha para el viernes de esa semana y ya era lunes, eran tantas cosas por hacer y tan poco el tiempo ¿cómo era posible que aún teniendo una vida eterna tuvieran que correr para regirse a los tiempos y horarios de los mortales?. Cuando entraron al salón supieron que algo extraño había. Todos los Cullen estaban la sala de estar, Carlisle y Esme sentados en el gran sofá, Rosalie en el sofá individual frente a ellos con Emmett de pie tras el respaldo, mientras que Alice estaba viendo por la enorme ventana con Jasper abrazándola por la espalda, ella se giró de inmediato cuando Edward y Bella entraron.

-37 segundos exactos, ¡que bien es estar rodeada de ustedes! Vuelvo a ser anormal- dijo con un exagerado suspiro de alivio que pareció sacar a todos de su trance y relajarlos- ¡Ah!, esto también lo vi, todos relajados por mi comentario.- Ahora hubo algunas risas.

-¿Dónde está Nessie?- inquirió Bella apenas entró, viendo fijamente a Rosalie, a quien hacía oficialmente responsable de su hija cuando ella no estuviera presente.

-Está paseando por el prado con Seth- dudó unos segundos con fingida meditación y luego agregó- están paseando al perro de Nessie, ese grandote maloliente.

-No hables así de Jacob- Edward los sorprendió a todos al decir esto- ahora es parte de esta familia, un hijo para mí.

-¡Ay, por Dios! ¿Edward sentimental? Estás chiflado, de veras- Jacob entró tan sigiloso que Bella no lo sintió hasta que empezó a hablar. Vio como Nessie le daba con el codo en las costillas.

-Estúpido perro- dijeron al unísono Nessie y Rosalie, esta última se sobresaltó al escuchar a la pequeña repetir sus palabras.- ¡Mami!- gritó cuando vio a Bella y se soltó de los brazos de Jacob para correr a los de su madre.

-Hola hija- saludó esta cuando la tuvo en sus brazos- No debes hablarle así a Jake, él es tu amigo.

-Si pero dijo tonterías de mi padre- vio a Edward y le lanzó un beso con su manito por lo aires, él simuló un pequeño saltito mientras atrapaba el beso invisible, para luego acercar su mano a su pecho, donde se supone debería latir un corazón.

-Justamente hablábamos de eso antes que ustedes llegaran- la calmada voz de Carlisle hizo que automáticamente todos le prestaran atención.

-Oh, lo siento- murmuró Bella al verlos nuevamente- Hola, a todos- un hola general se escuchó y Carlisle volvió a tomar el hilo de la conversación.

-Lo que ocurrió ayer con Rosalie fue algo inédito para un vampiro, y sinceramente no se me ocurre ninguna explicación para esto.

-Creo que tu sentido analítico está obsesionado con encontrar explicaciones para todo- dijo Edward, Bella lo observó y quizás fue porque ahora su cuerpo y mente trabajaban a la misma velocidad de él, que notó de inmediato el tono falsamente despreocupado que usaba. Carlisle lo vio fijo a los ojos y Bella entendió también que hablaba directo a la mente de Edward, demasiado incrédulo de lo que pensaba, quizá, para compartirlo aún con el resto. Su teoría se comprobó al cabo de unos segundos, cuando Edward volvió a hablar- Eso es absurdo, imposible. No pretendas que algo así pueda suceder, esto sólo muestra que aún no sabemos todo de nosotros. Somos depredadores por naturaleza, nuestra principal meta es alimentarnos sin descanso y por eso no tomamos en cuenta otros instintos que quizá no desaparecen con la transformación, sino que se ocultan ¿has pensado en esa opción, padre?

-Si, y asumo porque Rosalie pudo llorar basándome en eso, pero ¿y si no es esa la respuesta?

-Vale, vale… basta ya de juegos extraños con frases bonitas. No entiendo ni media palabra de lo que dicen ¿van a hablar claro o debo conseguir a alguien que sepa lenguaje colonial para que me explique?- Jacob estaba ahora apoyado en la pared de la cocina con el rostro ligeramente contrariado, molesto por sentirse ajeno a una conversación que su instinto le decía, tenía que entender a como diera lugar.

-Ve a buscar un traductor… a Júpiter- escupió Rosalie con tanto veneno que por un momento Bella se imaginó una enorme serpiente silbando, lista para embestir a su víctima, sonrió ante esta imagen y Edward la observó confundido.

-No es importante, después te digo- le susurró ella sin dejar de sonreír, pero luego elevó el tono de su voz para hacerlo audible al resto- La verdad, es que tampoco entendí mucho de lo que decían.- se encogió de hombros inocentemente y una risotada de Emmett los hizo girar a todos.

-Pues yo tampoco entiendo pero, si hay que golpear a alguien por eso, sólo díganme a quien y allí estaré- Rosalie se giró para observarlo incrédula, mientras Alice se golpeaba la frente con la palma abierta.

-De seguro un puchin ball sería más útil para ti que las llantas nuevas que pediste ayer.

-¿Alguien va a dejar de hablar estupideces para explicar que demonios es lo que está pensando el Doc y Edward?- todos se giraron a Seth, que aparecía de la cocina con un enorme sándwich de jamón, queso, palta y tomate en una mano y un vaso de jugo de naranja en la otra, se sentó en el comedor y dio una mascada mirando a todos los presentes que no supieron que responder. Finalmente Carlisle habló.

-Bueno, todos sabemos que mientras más sangre humana beba un vampiro es más propenso a adoptar ciertas actitudes “hostiles” que poco a poco van mermando algún rastro de sentimientos humanos; Rosalie, se apegó a nuestro estilo de alimentación desde el principio y tal vez sea eso lo que ha permitido que aflore este lado sentimental.

-Pero, ¿tu no has hecho esta dieta especial por más de trescientos años? ¿no se supone que deberías también llorar?

-Jasper, en todo este tiempo jamás he sentido una sensación tan apremiante como lo que Rose sintió ayer. He tenido momentos difíciles y otros muy felices. Dijo tomando la mano de Esme y dirigiéndole una tierna mirada.-

-Ya veo, lo que dices es que si algún vampiro que jamás haya probado sangre humana tiene algún tipo de emoción extrema ya sea de tristeza o felicidad, puede reaccionar de forma casi… ¿humana?- Hubo un silencio pesado cuando Jasper formuló la última palabra. Cada uno pensando en esta opción y las distintas perspectivas que esto brindaba.

El chirrido del altavoz cuando se enciende volvió a Bella a la realidad, la voz estrangulada que se escuchaba a través de éste les indicó que ya estaba listo el avión para abordar, la puerta se abrió y la misma voz pidió a los pasajeros del sector 3 hacer la fila.

-Esos somos nosotros amor, vamos- Edward tomó su mano y la jaló suavemente, ella lo miró unos segundos aún confundida y asintió en silencio mientras se levantaba para unirse a la fila que comenzaba a formarse. Sonrió con un deje de satisfacción cuando notó como las personas se giraban a verlos, era estúpido, lo sabía pero su vanidad esta vez pudo más. Se sentía linda.

-Edward, creo que me están viendo.- murmuró cuando estuvieron en la fila, tomados de la mano.

-No sólo te miran, te piensan... ¿ves a ese de ahí?- señaló a un tipo vestido formal de unos cuarenta años con una maletín afirmado que estaba a unos metros de ellos, sentado en espera de su turno para abordar, Bella asintió- Bien, le parece que si te dejo sola unos instantes podrá convencerte de que le des el número de tu móvil, cree que después de algunas llamadas tendrá tu contacto del MSN, luego conseguiría una cita y finalmente...

-Lo destrozaría por pensar cosas impropias respecto a una mujer casada- Edward la miró suspicaz, mientras levantaba una ceja y sonreía complacido.

-¡Vaya! Por fin la señora Cullen muestra algo del linaje familiar- ambos rieron y la asistente que cortaba los pasajes tuvo que toser ruidosamente para que ellos avanzaran. Antes de pasar por la puerta de abordaje, Edward miró fijamente al tipo y soltó la mano que entrelazaba la de Bella para bajarla por su cadera hasta rozar su muslo, luego presionó un poco y la empujó para entrar por el pasillo, pero antes de pasar él movió los labios formando un claro “es MÍA” . Pudo ver con satisfacción como aquel tipo quedaba pasmado de la impresión.

-¿Por qué hiciste eso?- le reclamó Bella mientras avanzaban hasta la puerta del avión.

-¡Oh! Lamento si te molestó, pero finalmente son un animal...sólo marcaba mi territorio- ella sonrió a la vez que entrelazaba su mano con la de él y Edward sonrió verdaderamente complacido.

-Entonces que no te moleste cuando yo haga lo mismo.- dijo ella guiñándole un ojo antes de avanzar un par de pasos más para mostrar su pasaje y pasaporte a la auxiliar de vuelo que estaba en la entrada del avión para recibirlos. Una vez ambos hubieron pasado y mientras se acomodaban en sus asientos Edward habló.

-Voy a esperar encantado que ese momento llegue.


***


El viaje continuó en silencio, Edward parecía estar muy entretenido con el techo del avión y Bella seguía recordando lo sucedido en esa semana, cerró los ojos y se acurrucó junto a Edward que automáticamente la estrechó contra sí.

-Jake, sé que tienes dificultades para llevarte bien con Rose, pero me gustaría que no intentaran matarse en éstos días, no sé si lo has notado... Nessie imita sus riñas y no quiero que termine siendo una malhumorada por vuestra culpa.- Caminaban en los lindes del bosque, Nessie y Seth estaban cazando un poco más allá.

-Vale, vale... haré lo que pueda, pero habla con la rubia también, sabes que me es muy necesario estar cerca de Ness.

-Ya hablé con ella, aceptó siempre y cuando hayan algunos horarios, lo que no me parece del todo mal, considerando que debes retomar tus clases en el instituto...

-¿Clases, Bella? ¿te parece necesario que estudie alguna cosa si...

-¡Claro que es necesario! ¿Cómo pretendes mantener a mi Nessie en unos 20 años más? Supongo que no quieres recibir una mesada eterna de Edward- Jacob se quedó pensando unos instantes y luego le sonrió.

-Si, es cierto. No soy así. Bien, iré al instituto por las mañanas pero en las tardes estaré con Ness.

-Eso me parece bien- en ese momento Seth y Renesmee regresaron con una sonrisa en los labios.

-¿Fue todo bien, Ness?

-Sí Jake, volví a ganarle a Seth- éste sólo se encogió de hombros mientras Nessie iba al lado de Jacob.- Hola mamá.

-Hola hija, ¿te parece si hacemos algunos arreglos para ordenar los tiempos en que tu padre y yo no estemos aquí?

-Si está bien, ya los oí... las mañanas con mami Rose, las tardes con Jake. No hay problema.


***


El avión aterrizó sin contratiempos en el aeropuerto de Río, Bella y Edward tardaron menos que la vez anterior en tomar un taxi hasta el muelle. Cuando Bella pudo notarlo la suave brisa marina llegaba a su rostro de mármol con una suavidad extrema, ni siquiera notaba la velocidad a la que iban.

-¿Estás bien, amor? Pareces algo ida desde que tomamos el vuelo en Houston- Bella se giró a mirarlo confundida, no había notado que tan distraída estaba.

-¡Oh! No es importante, sólo estuve pensando en lo larga que resultó esta semana.

-¿Estabas recordando la despedida en el aeropuerto, con Charlie, Nessie y los demás gimoteando?- Bella lo miró algo molesta y luego sonrió.

-No, recordaba los días previos a eso ya sabes lo que se habló sobre Rose y el acuerdo del horario con Jake.

-¡Ah! Eso, no debes preocuparte seguro que todo va bien; además, vamos a verlos todos los días.- Bella sonrió ante eso, por lo menos no estarían tan desconectados de la realidad como la última vez. A lo lejos pudo divisar con claridad la Isla Esme, iluminada tenuemente por la luna llena que también se reflejaba en el mar.

Edward la ayudó a bajar de la pequeña lancha a pesar de que ya no era necesaria tanta precaución, las maletas al parecer, se quedarían allí un poco más.

-Vamos, cariño, debes buscar un nuevo hobby... protegerme de una caída ya no tiene sentido- Edward sonrió de lado y la besó con fuerza.

-Lo sé, pero soy a la antigua... y me encanta protegerte. Bienvenida, señora Cullen a nuestra segunda Luna de Miel.- y Bella supo, que esta vez sería mejor que la anterior.


 

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