martes, 17 de febrero de 2009

Capítulo II: Recuerdos


Edward acariciaba con extrema delicadeza la cintura de Bella mientras ella se entretenía dando suaves masajes al lóbulo de la oreja de él.

-Ya es tarde, Nessie debe estar despierta hace bastante.

-Rosalie puede hacerse cargo, le servirá de práctica para cuando no estemos- Murmuró Edward mientras se acercaba para besarla. Al cabo de un rato, cuando por fin se separaron Bella habló.

-Respecto al viaje quería hablar contigo- Bella se levantó para hablar mejor pero al hacerlo la sábana bajó dejando su torso al descubierto. Edward se limitó a apoyarse en su brazo para ver mejor el espectáculo que Bella le brindaba, ella no pareció darse cuenta.

-¿Sí?

-Pues bien, estuve pensando en lo que comentaste hace unos días, respecto a lo rápido que crece Nessie y no me gustaría perderme alguna etapa importante, ya sabes… hoy hace dibujitos en la pared ¿Qué tal si en una semana ya sabe leer y escribir?- Edward se acercó a ella y con cuidado acarició su rostro, luego besó su frente y suspiró profundamente antes de hablar.

-Sabes que opino como tú, Nessie crece muy rápido y con cada minuto que pasa, se aleja más de nosotros y se acerca más a Jacob- Bella le dedicó una mirada del tipo “loco celoso” y Edward lo notó- sí, me molesta esa cercanía pero también estoy conciente de que él es lo mejor para nuestra hija… es ahora su hermano mayor, más tarde será su mejor amigo, su mejor confidente y luego…- hizo un silencio que Bella no se atrevió a interrumpir- bueno, luego estarán juntos por la eternidad, como nosotros.

-A eso me refiero, tenemos toda la eternidad para estar juntos ¿es necesario irnos ahora cuando podemos mejor ocuparnos de Renesmee?

-Amor, quiero poder estar un tiempo contigo a solas, sin una familia de vampiros agudizando sus oídos al máximo para oír todo lo que hablamos, o hacemos- dijo Edward mientras con su dedo índice trazaba el contorno de la cintura de Bella quien bajó la vista para seguir el movimiento y recién se percató de lo descubierta que estaba.

-¡Edward! ¿Por qué no me avisaste?- inquirió ella cubriéndose al instante, él rió con fuerza.

-Sólo disfrutaba de la vista…- ella le dirigió una mirada furiosa- ¡oh Bella, vamos! Eres mi esposa… si quieres me quito la sábana yo también, para que estemos en igualdad de condic…

-¡NO!- Bella automáticamente soltó la sábana para cubrirse los ojos y Edward rió estruendosamente, convencido de que se oyó hasta la casa de sus padres sin necesidad de esforzar el oído.

-Tenemos una hija, estamos juntos todas las noches ¿y te avergüenza verme desnudo o que yo te vea?- Bella asintió en silencio, sin atreverse a quitar las manos de su rostro, ella tampoco se lo explicaba, la primera vez que pasaron la noche solos en la casa Cullen ella era la más dispuesta a quitarse la ropa. No sabía de donde había salido de pronto toda esa timidez.- Vamos Bella, mírame- ella negó con la cabeza. Edward se acercó a ella y la abrazó con fuerza besando muy despacio su cuello, desde atrás de la oreja hasta el hombro, de ida y vuelta.- Señora Cullen, debe relajarse- su voz era un arrullo y las manos de ella bajaron lentamente para devolver el abrazo, aún sin mirarlo, apoyada en su hombro.

-Es una estupidez, esto no debería pasar- soltó un suspiro cuando la mano de Edward bajó a sus caderas.

-Y por eso vamos a irnos a Brasil, necesitamos un tiempo a solas… Bella, amor- murmuró él separándose del abrazo y tomando su rostro con ambas manos para verla fijamente, ella no desvió su mirada- Nos amamos, eso es innegable, pero debes reconocer que nuestro tiempo de noviazgo fue bastante breve en comparación a los tradicionales que finalmente terminan en matrimonio y quizás por eso aún no sientes una confianza completa cuando estás conmigo.

-Pero yo te amo, mucho. Tú y Renesmee son lo más importante que tengo y…- Edward la acalló con un suave beso, apenas un roce.

-Sabes que siempre te concedo todo lo que me pides, concédeme tú a mí ahora esta luna de miel, por favor- él le dedicó una mirada de súplica que le resultó imposible resistir.

-Muy bien, iremos- cuando Edward se iba a acercar para besarla ella le detuvo- pero con dos condiciones.

-Te escucho- dijo él sin poder ocultar su alegría.

-Bien, la primera es que será por un tiempo limitado, máximo dos semanas.

-Hecho, ¿Cuál es la otra?

-Nos llevaremos un notebook y hablaremos diariamente con Renesmee y Charlie, no quiero estar tan ausente para ninguno de ellos.

-Esa es una muy buena idea, déjame confirmar con Carlisle que tan buena es la señal por allá, sino vemos alguna forma de conexión satelital.

-Ok.

-Bien- Se quedaron en silencio sin saber que más podían decir. Edward sonrió de lado cuando Bella se acurrucó junto a él.

-¿Vamos ya a buscar a Renesmee?

-Si, ya es hora.


***


A Bella ya no le parecía que tenía tiempo de sobra; en su mente, el recuerdo de los días anteriores pasaba por su mente con una celeridad increíble. Ahora, mientras esperaba junto a Edward que la puerta A32 del aeropuerto en Houston se abriera para subir al avión que los llevaría a Brasil, se preguntaba si de verdad todo aquello no había sido producto de algún sueño.

Esa mañana, luego de ser convencida por Edward para hacer el viaje, había ido a casa de Carlisle para recoger a Renesmee y aprovechar de pasar ese día con ella, los pasajes tenían fecha para el viernes de esa semana y ya era lunes, eran tantas cosas por hacer y tan poco el tiempo ¿cómo era posible que aún teniendo una vida eterna tuvieran que correr para regirse a los tiempos y horarios de los mortales?. Cuando entraron al salón supieron que algo extraño había. Todos los Cullen estaban la sala de estar, Carlisle y Esme sentados en el gran sofá, Rosalie en el sofá individual frente a ellos con Emmett de pie tras el respaldo, mientras que Alice estaba viendo por la enorme ventana con Jasper abrazándola por la espalda, ella se giró de inmediato cuando Edward y Bella entraron.

-37 segundos exactos, ¡que bien es estar rodeada de ustedes! Vuelvo a ser anormal- dijo con un exagerado suspiro de alivio que pareció sacar a todos de su trance y relajarlos- ¡Ah!, esto también lo vi, todos relajados por mi comentario.- Ahora hubo algunas risas.

-¿Dónde está Nessie?- inquirió Bella apenas entró, viendo fijamente a Rosalie, a quien hacía oficialmente responsable de su hija cuando ella no estuviera presente.

-Está paseando por el prado con Seth- dudó unos segundos con fingida meditación y luego agregó- están paseando al perro de Nessie, ese grandote maloliente.

-No hables así de Jacob- Edward los sorprendió a todos al decir esto- ahora es parte de esta familia, un hijo para mí.

-¡Ay, por Dios! ¿Edward sentimental? Estás chiflado, de veras- Jacob entró tan sigiloso que Bella no lo sintió hasta que empezó a hablar. Vio como Nessie le daba con el codo en las costillas.

-Estúpido perro- dijeron al unísono Nessie y Rosalie, esta última se sobresaltó al escuchar a la pequeña repetir sus palabras.- ¡Mami!- gritó cuando vio a Bella y se soltó de los brazos de Jacob para correr a los de su madre.

-Hola hija- saludó esta cuando la tuvo en sus brazos- No debes hablarle así a Jake, él es tu amigo.

-Si pero dijo tonterías de mi padre- vio a Edward y le lanzó un beso con su manito por lo aires, él simuló un pequeño saltito mientras atrapaba el beso invisible, para luego acercar su mano a su pecho, donde se supone debería latir un corazón.

-Justamente hablábamos de eso antes que ustedes llegaran- la calmada voz de Carlisle hizo que automáticamente todos le prestaran atención.

-Oh, lo siento- murmuró Bella al verlos nuevamente- Hola, a todos- un hola general se escuchó y Carlisle volvió a tomar el hilo de la conversación.

-Lo que ocurrió ayer con Rosalie fue algo inédito para un vampiro, y sinceramente no se me ocurre ninguna explicación para esto.

-Creo que tu sentido analítico está obsesionado con encontrar explicaciones para todo- dijo Edward, Bella lo observó y quizás fue porque ahora su cuerpo y mente trabajaban a la misma velocidad de él, que notó de inmediato el tono falsamente despreocupado que usaba. Carlisle lo vio fijo a los ojos y Bella entendió también que hablaba directo a la mente de Edward, demasiado incrédulo de lo que pensaba, quizá, para compartirlo aún con el resto. Su teoría se comprobó al cabo de unos segundos, cuando Edward volvió a hablar- Eso es absurdo, imposible. No pretendas que algo así pueda suceder, esto sólo muestra que aún no sabemos todo de nosotros. Somos depredadores por naturaleza, nuestra principal meta es alimentarnos sin descanso y por eso no tomamos en cuenta otros instintos que quizá no desaparecen con la transformación, sino que se ocultan ¿has pensado en esa opción, padre?

-Si, y asumo porque Rosalie pudo llorar basándome en eso, pero ¿y si no es esa la respuesta?

-Vale, vale… basta ya de juegos extraños con frases bonitas. No entiendo ni media palabra de lo que dicen ¿van a hablar claro o debo conseguir a alguien que sepa lenguaje colonial para que me explique?- Jacob estaba ahora apoyado en la pared de la cocina con el rostro ligeramente contrariado, molesto por sentirse ajeno a una conversación que su instinto le decía, tenía que entender a como diera lugar.

-Ve a buscar un traductor… a Júpiter- escupió Rosalie con tanto veneno que por un momento Bella se imaginó una enorme serpiente silbando, lista para embestir a su víctima, sonrió ante esta imagen y Edward la observó confundido.

-No es importante, después te digo- le susurró ella sin dejar de sonreír, pero luego elevó el tono de su voz para hacerlo audible al resto- La verdad, es que tampoco entendí mucho de lo que decían.- se encogió de hombros inocentemente y una risotada de Emmett los hizo girar a todos.

-Pues yo tampoco entiendo pero, si hay que golpear a alguien por eso, sólo díganme a quien y allí estaré- Rosalie se giró para observarlo incrédula, mientras Alice se golpeaba la frente con la palma abierta.

-De seguro un puchin ball sería más útil para ti que las llantas nuevas que pediste ayer.

-¿Alguien va a dejar de hablar estupideces para explicar que demonios es lo que está pensando el Doc y Edward?- todos se giraron a Seth, que aparecía de la cocina con un enorme sándwich de jamón, queso, palta y tomate en una mano y un vaso de jugo de naranja en la otra, se sentó en el comedor y dio una mascada mirando a todos los presentes que no supieron que responder. Finalmente Carlisle habló.

-Bueno, todos sabemos que mientras más sangre humana beba un vampiro es más propenso a adoptar ciertas actitudes “hostiles” que poco a poco van mermando algún rastro de sentimientos humanos; Rosalie, se apegó a nuestro estilo de alimentación desde el principio y tal vez sea eso lo que ha permitido que aflore este lado sentimental.

-Pero, ¿tu no has hecho esta dieta especial por más de trescientos años? ¿no se supone que deberías también llorar?

-Jasper, en todo este tiempo jamás he sentido una sensación tan apremiante como lo que Rose sintió ayer. He tenido momentos difíciles y otros muy felices. Dijo tomando la mano de Esme y dirigiéndole una tierna mirada.-

-Ya veo, lo que dices es que si algún vampiro que jamás haya probado sangre humana tiene algún tipo de emoción extrema ya sea de tristeza o felicidad, puede reaccionar de forma casi… ¿humana?- Hubo un silencio pesado cuando Jasper formuló la última palabra. Cada uno pensando en esta opción y las distintas perspectivas que esto brindaba.

El chirrido del altavoz cuando se enciende volvió a Bella a la realidad, la voz estrangulada que se escuchaba a través de éste les indicó que ya estaba listo el avión para abordar, la puerta se abrió y la misma voz pidió a los pasajeros del sector 3 hacer la fila.

-Esos somos nosotros amor, vamos- Edward tomó su mano y la jaló suavemente, ella lo miró unos segundos aún confundida y asintió en silencio mientras se levantaba para unirse a la fila que comenzaba a formarse. Sonrió con un deje de satisfacción cuando notó como las personas se giraban a verlos, era estúpido, lo sabía pero su vanidad esta vez pudo más. Se sentía linda.

-Edward, creo que me están viendo.- murmuró cuando estuvieron en la fila, tomados de la mano.

-No sólo te miran, te piensan... ¿ves a ese de ahí?- señaló a un tipo vestido formal de unos cuarenta años con una maletín afirmado que estaba a unos metros de ellos, sentado en espera de su turno para abordar, Bella asintió- Bien, le parece que si te dejo sola unos instantes podrá convencerte de que le des el número de tu móvil, cree que después de algunas llamadas tendrá tu contacto del MSN, luego conseguiría una cita y finalmente...

-Lo destrozaría por pensar cosas impropias respecto a una mujer casada- Edward la miró suspicaz, mientras levantaba una ceja y sonreía complacido.

-¡Vaya! Por fin la señora Cullen muestra algo del linaje familiar- ambos rieron y la asistente que cortaba los pasajes tuvo que toser ruidosamente para que ellos avanzaran. Antes de pasar por la puerta de abordaje, Edward miró fijamente al tipo y soltó la mano que entrelazaba la de Bella para bajarla por su cadera hasta rozar su muslo, luego presionó un poco y la empujó para entrar por el pasillo, pero antes de pasar él movió los labios formando un claro “es MÍA” . Pudo ver con satisfacción como aquel tipo quedaba pasmado de la impresión.

-¿Por qué hiciste eso?- le reclamó Bella mientras avanzaban hasta la puerta del avión.

-¡Oh! Lamento si te molestó, pero finalmente son un animal...sólo marcaba mi territorio- ella sonrió a la vez que entrelazaba su mano con la de él y Edward sonrió verdaderamente complacido.

-Entonces que no te moleste cuando yo haga lo mismo.- dijo ella guiñándole un ojo antes de avanzar un par de pasos más para mostrar su pasaje y pasaporte a la auxiliar de vuelo que estaba en la entrada del avión para recibirlos. Una vez ambos hubieron pasado y mientras se acomodaban en sus asientos Edward habló.

-Voy a esperar encantado que ese momento llegue.


***


El viaje continuó en silencio, Edward parecía estar muy entretenido con el techo del avión y Bella seguía recordando lo sucedido en esa semana, cerró los ojos y se acurrucó junto a Edward que automáticamente la estrechó contra sí.

-Jake, sé que tienes dificultades para llevarte bien con Rose, pero me gustaría que no intentaran matarse en éstos días, no sé si lo has notado... Nessie imita sus riñas y no quiero que termine siendo una malhumorada por vuestra culpa.- Caminaban en los lindes del bosque, Nessie y Seth estaban cazando un poco más allá.

-Vale, vale... haré lo que pueda, pero habla con la rubia también, sabes que me es muy necesario estar cerca de Ness.

-Ya hablé con ella, aceptó siempre y cuando hayan algunos horarios, lo que no me parece del todo mal, considerando que debes retomar tus clases en el instituto...

-¿Clases, Bella? ¿te parece necesario que estudie alguna cosa si...

-¡Claro que es necesario! ¿Cómo pretendes mantener a mi Nessie en unos 20 años más? Supongo que no quieres recibir una mesada eterna de Edward- Jacob se quedó pensando unos instantes y luego le sonrió.

-Si, es cierto. No soy así. Bien, iré al instituto por las mañanas pero en las tardes estaré con Ness.

-Eso me parece bien- en ese momento Seth y Renesmee regresaron con una sonrisa en los labios.

-¿Fue todo bien, Ness?

-Sí Jake, volví a ganarle a Seth- éste sólo se encogió de hombros mientras Nessie iba al lado de Jacob.- Hola mamá.

-Hola hija, ¿te parece si hacemos algunos arreglos para ordenar los tiempos en que tu padre y yo no estemos aquí?

-Si está bien, ya los oí... las mañanas con mami Rose, las tardes con Jake. No hay problema.


***


El avión aterrizó sin contratiempos en el aeropuerto de Río, Bella y Edward tardaron menos que la vez anterior en tomar un taxi hasta el muelle. Cuando Bella pudo notarlo la suave brisa marina llegaba a su rostro de mármol con una suavidad extrema, ni siquiera notaba la velocidad a la que iban.

-¿Estás bien, amor? Pareces algo ida desde que tomamos el vuelo en Houston- Bella se giró a mirarlo confundida, no había notado que tan distraída estaba.

-¡Oh! No es importante, sólo estuve pensando en lo larga que resultó esta semana.

-¿Estabas recordando la despedida en el aeropuerto, con Charlie, Nessie y los demás gimoteando?- Bella lo miró algo molesta y luego sonrió.

-No, recordaba los días previos a eso ya sabes lo que se habló sobre Rose y el acuerdo del horario con Jake.

-¡Ah! Eso, no debes preocuparte seguro que todo va bien; además, vamos a verlos todos los días.- Bella sonrió ante eso, por lo menos no estarían tan desconectados de la realidad como la última vez. A lo lejos pudo divisar con claridad la Isla Esme, iluminada tenuemente por la luna llena que también se reflejaba en el mar.

Edward la ayudó a bajar de la pequeña lancha a pesar de que ya no era necesaria tanta precaución, las maletas al parecer, se quedarían allí un poco más.

-Vamos, cariño, debes buscar un nuevo hobby... protegerme de una caída ya no tiene sentido- Edward sonrió de lado y la besó con fuerza.

-Lo sé, pero soy a la antigua... y me encanta protegerte. Bienvenida, señora Cullen a nuestra segunda Luna de Miel.- y Bella supo, que esta vez sería mejor que la anterior.


1 opiniones:

Enichepi on 18 de febrero de 2009, 12:45 dijo...

Soy enichepi:

me gusto el cap.... es lindo y creo q refleja las personalidades originales, lo cual no es malo. XD..

me intrigo eso de las lagrimas, pudiera ser posible que lo vampiros puedan volver a ser humanos?....
saludos

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