lunes, 9 de marzo de 2009

Capítulo III: Luna de Miel


Bella sintió un deja vú apenas puso un pie en la casa. Millones de recuerdos se agolparon en su mente y le pareció que había pasado tan poco tiempo desde que, nerviosa y algo asustada, había caminado por la suave arena hasta reunirse con Edward en el mar.

-Creo que ahora si podremos usar la habitación blanca sin destruir las almohadas.- Murmuró Edward en su oído.

-O la habitación azul sin destruir la cama- respondió Bella girándose hasta quedar frente a él, se acercó para besarlo y en cuanto él le respondió la levantó en brazos para llevarla a la habitación… blanca.


***


La mañana los había alcanzado tan pronto que no parecieron darse cuenta hasta que la piel de Bella, que estaba recostada hacia el lado de la ventana, comenzó a brillar.

-Bella, amor- llamó suavemente Edward con los labios pegados a los de ella.

-¿mmm?

-Deberíamos levantarnos, apuesto a que te mueres por bucear sin snorkel.- Ella abrió los ojos lentamente y sonrió.

-Sí, la verdad es que me gustaría, pero antes quisiera saber como están Nessie, Charlie y los demás.- Edward estaba en pie en menos de un segundo dispuesto a buscar el notebook que la noche anterior había quedado olvidado en la lancha junto con el resto del equipaje, pero un gritito de Bella lo detuvo en seco- ¿Sucede algo?

-¡Edward, cúbrete!

-Necesitaremos un terapeuta si éstas semanas no sirven para quitarte esa estúpida timidez- el tono de Edward evidenciaba una molestia que Bella nunca había sentido dirigida hacia ella.

-¿Estás... enojado?- su voz se perdió en un murmullo mientras sus ojos bajaron a sus manos que apretaban fuertemente la cobija blanca.

-¿Quieres la verdad? Bella asintió y el inhaló antes de hablar- a veces dudo que tu decisión haya sido la correcta.- Ella levantó la vista para decirle que no era así, que lo amaba más que a su propia existencia y que está dispuesta a hacer lo que sea por estar con él... pero él ya se había ido.

Volvió casi al instante con un par de grandes maletas y un bolso colgado cruzado. Dejó las maletas a un lado de la cama y se quitó el bolso, lo abrió y sacó el notebook... todo en el más sepulcral silencio. Bella lo observaba atenta, esperando que él le dirigiese una mirada, pero eso no sucedió. Le tendió el equipo sin mirarla y antes de salir de la habitación habló.

-Voy a cazar algo, dale saludos a Renesmee de mi parte.- y Bella se sintió incapaz de responder. Dejó el notebook a un lado y salió de la cama, no sentía ánimos ahora de hablar con su hija, ella notaría de inmediato que las cosas no estaban bien y no tenía intenciones de preocuparla. Se acercó a una de las maletas, la abrió y sacó el primer pantalón de mezclilla que encontró y una camiseta sin mangas. Luego se dirigió a la sala de televisión tomó cualquier película y la colocó en el reproductor. Cuando empezó casi vomita, era el mismo musical que habían visto la primera vez que estuvieron ahí.


***


Rosalie caminaba con Emmett tomados de la mano en los lindes del bosque cerca de su casa, Nessie iba delante de ellos cortando flores y tarareando la canción que Edward compuso para Bella.

-¿Te dije hoy que te ves deslumbrante?-

-No lo habías dicho, pero cuando bajé pude darme cuenta por la forma en que me veías- Rosalie lo vio de lado y sonrió con arrogancia, pero antes que él pudiera responder ella volvió a hablar- ¿y sabes que pensé yo en ese momento?

-Nop, el que lee las mentes no soy yo- sonrió

-Pues, pensé que era la más afortunada en el mundo por tenerte todos los días conmigo y porque tu aguantas todos mis desplantes.-Emmett soltó una risotada tan fuerte que hasta Renesmee se giró para verlos unos instantes, luego siguió cortando flores- ¿Qué te sucede?- ahora Rosalie estaba un poco enfadada.

-¿Estás muy sensible últimamente, verdad?- sólo dejó de reír cuando Rosalie hizo el intento de soltar su mano, y se acercó a ella para susurrar en su oído- te ves hermosa cuando te enfadas, amor.- Ahora ella sonrió y tomó su mano con más fuerza, miró hacia Renesmee y soltó un suspiro.

-Jamás será igual.

-¿Qué cosa?- preguntó Emmett sorprendido

-Ella, jamás será mi hija completamente

-¡Claro que lo soy!- Nessie en un segundo estaba frente a ellos que debieron detener su andar de golpe para no chocar con ella.- además, a ti te voy a contar más secretos que a mi otra mami- Emmett y Rosalie se miraron perplejos unos instantes.

-¿A que te refieres?

-Pues que tú no me vas a sermonear como Bella, mami Rose... ya sabes, Jacob...

-¡Oh!, el perro- Rosalie escupió la frase.

-¡Ajá!

-Pues, creo que no... no seré tan dura contigo... pero con él...- sonrió con un brillo malicioso en los ojos.

-Te quiero- dijo Nessie mientras se abrazaba a las piernas de Rosalie y salió corriendo tan rápido que ésta no le pudo responder.

-Yo también te quiero- murmuró Emmett en su oído, y Rosalie se sintió inmensamente feliz.


***


Bella tenía la vista fija en la pantalla aunque no veía lo que pasaba en ella, su mente trabajaba a toda velocidad tratando de encontrar una respuesta a lo que le sucedía, esa repentina timidez era absurda y lo sabía ¿cómo seguía con esa actitud cuando tenía claro que estaba mal? Su vista se dirigió a la pieza blanca donde el notebook aún estaba sobre la cama, pero algo más llamó su atención: el pequeño celular plateado estaba sobre el velador, y Bella decidió que era momento de hacer una llamada, a su madre.

Edward estaba sobre unas rocas viendo fijamente el mar. Se arrepentía tremendamente de haber sido tan duro con Bella, por eso no le habló cuando llevó las cosas al cuarto, tenía miedo de ver odio en su mirada. En realidad no había cazado, ni siquiera sentía hambre. Pero no podía negar que estaba muy molesto y que, en cierta medida seguía creyendo que Bella hubiese sido más feliz con un noviazgo normal, un matrimonio sin presiones... con tiempo para conocer al que sería su esposo y poder estar con él sin tantos problemas. Su mente vagó inconcientemente a Jacob y golpeó con el puño la base de la roca donde estaba, el golpe fue tal que ésta se partió en dos y tuvo que saltar hacia atrás cuando una parte cayó al mar produciendo un ruido sordo.

No pasaron más de dos minutos cuando Bella llegó a su lado.

-¿Estás bien, Edward?- su tono preocupado lo hizo alzar la vista para verla a los ojos. Error, se sintió tan miserable que quiso arrojarse tras la roca, aunque sabía que eso no serviría de mucho- Oí un ruido, creí que te había pasado algo.

-¿Algo como que? ¿Algún animal vampiro que me hubiese mordido?- sonrió de lado tratando sonar divertido, Bella lo miró sin responder, él se giró nuevamente para ver el mar.

-¿Te gusta, verdad?- sintió que Bella se sentaba a su lado.

-¿Qué cosa?

-El mar... si pudieras vivirías siempre cerca de la costa.

-Si, es tranquilo. Eso me agrada.

-¿Qué te parece si vamos a nadar? Me muero por no hacer snorkel- Edward la miró asombrado, no parecía molesta. Ella tomó su mano y el instintivamente estrechó la suya. Bella se levantó y lo jaló para que la siguiera pero antes de moverse él le habló.

-Respecto a lo que dije hace un rato...

-No importa- le cortó ella mientras sonreía y lo jalaba ahora con ambas manos- ven, ¡vamos!- y Edward no supo que hacer frente a eso así que sólo se limitó a seguirla.


***


Jacob veía ansioso el horizonte desde el patio de su casa, a pesar de que era domingo y no tenía escuela había decidido no visitar a Renesmee hasta la tarde para no crear conflictos con Rosalie, su expresión de añoranza cambió a una de desagrado cuando sintió un olor familiar cerca suyo.

-La vas a visitar luego ¿verdad?

-Hola Leah- luego haciendo un todo agudo dijo- “Hola Jake, amigo ¿Qué tal estás hoy?

-¡Oh! No seas absurdo, sólo quiero saber si necesitas que te acompañe hoy, tengo que hacer algunas cosas durante la tarde y quiero organizar mis tiempos.

-No hay problema, puedo ir sólo, los Cullen no van a complotar para matarme.

-Lo sé, pero...- guardó silencio abruptamente y Jacob percibió algo de incomodidad en ella por lo que se giró para verla de frente.

-Pero que- la apremió para hablar.

-No lo sé, tengo una extraña sensación como si algo malo fuera a pasar- su voz y su semblante eran preocupados, Jacob supo que hablaba en serio.

-Y yo que pensé que Alice era la vidente- Leah hizo un mohín y el se animó a molestarla un poco más- ¿Temes quedarte sin líder y tener que volver a la manada de Sam?- Jacob terminó de hablar y supo que había cometido un grave error, a pesar de que su tono era jovial Leah no estaba para ese tipo de comentarios.

-A veces eres tan idiota- arrastró sus palabras como si fueran víboras a punto de atacar y luego sin más se giró y comenzó a correr lejos del bosque desde donde en unos segundos se oyó un terrible aullido.


***


Edward y Bella nadaban cerca de la orilla, para alcanzar a oír el celular que habían dejado tras una roca, sabían que Renesmee los podría llamar en cualquier minuto.

-¿Sabes, Edward? Creo que comienzo a sentir un poco de calor- Edward la miró asombrado.

-Bella, podemos sentir las temperaturas pero el clima no nos afecta hasta ese punto.

-¡Oh! Bueno, de todas formas siento calor- y sin más desabrochó las tiras que sostenían la parte superior de su bikini por la espalda, luego y sin dejar de ver a Edward a los ojos desabrochó las tiras que pasaban por su cuello. El no salía de su asombro y sólo atinó a moverse cuando sintió la pequeña prenda estrellarse contra su rostro. La tomó en sus manos y sonrió cuando vio que Bella ya no estaba frente a él, a sus espaldas ella lo llamaba divertida.

-¿Qué se supone que haces?- dijo él cuando la alcanzó y la abrazaba contra sí. Ahora estaban más lejos de la orilla y la profundidad del mar debía ser de varios metros por lo que ambos movían sus pies para mantenerse a flote.

-Estoy- hizo un gesto de comillas antes de seguir – “liberándome frente a ti”, sólo... dame algo de tiempo ¿sí?- Edward la acercó y besó su frente antes de hablar.

-Tendrás todo el tiempo que necesites y Bella- esperó hasta que ella lo viera a los ojos- lamento lo que dije hace un rato, sabes que pierdo la paciencia con facilidad pero eso no me justifica. Si decides no hablarme o enojarte conmigo lo entenderé y te prometo que voy a controlar mi temperamento, lo juro.- Su mirada era serena, ahora se sentía en paz. Bella sonrió y lo besó en los labios un instante.

-Si, a veces eres un cascarrabias insufrible... pero la mayoría del tiempo eres bastante agradable- Bella soltó una carcajada cuando vio la mirada avergonzada de él.- Aún así te amo, y jamás dudes respecto a la decisión que tomé, yo no lo hago.- Ahora él la besó intensamente mientras sus manos se movían frenéticas bajando por la espalda hasta situarse en las caderas de Bella.

-No... no sabes... cuanto te deseo- dijo apenas la soltó. Ambos respiraban agitadamente, las manos de Bella que estaban entrelazadas al cuello de Edward, bajaron hasta tomar las de él y las dirigieron al borde de la única prenda que ahora cubría su cuerpo.

-Soy tuya, por completo- y esa frase desató un mar de emociones en Edward que se abalanzó sobre Bella como si su vida dependiera de los segundos en que sus cuerpos se unían. A lo lejos se oyó el celular.

-¿Volvemos?- murmuró Bella sin alejarse demasiado de los labios de Edward y mientras sus manos jugaban con el borde de su traje de baño.

-No, Alice le dirá que estamos bien.- Bella lo observó compungida.

-¿Ella está viendo esto?

-Espero que no mire demasiado- murmuró él antes de volver a besarla mientras se hundían en las cálidas aguas del mar, a lo lejos el ruido del celular se perdió entre el sonido del reventar de las olas.


***


-¿No contestan?- preguntó Alice mientras veía con una sonrisa de suficiencia a Nessie que insistía en marcar los números otra vez.

-Tía, si sabes algo es mejor que lo digas ya, estoy perdiendo la paciencia.- Nessie se veía muy enojada.

-Bien, ellos se encuentran perfectamente pero están algo “hundidos” como para contestar. Déjalo ya, ellos llamarán en cuanto puedan.

-¡Que clase de padres son éstos! Han pasado dos días desde que se fueron y aún no dan señales de vida.

-Será porque no están vivos, perro- Rosalie lo miraba con una sonrisita de suficiencia y Emmett rió por lo bajo. Jacob le dedicó una mirada mosqueada pero luego sonrió de lado.

-¡Eh! ¿Sabes qué es una rubia teñida de negro?...- Rosalie lo vio fijo sin decir una palabra pero arqueo una ceja en clara señal de advertencia- inteligencia artificial.- y todos rieron, excepto Rosalie, por supuesto.


***


Los días pasaban con una relativa calma en Forks, salvo por las disputas entre Rosalie y Jacob que Charlie debía presenciar cada vez que visitaba a Nessie, visitas en las que además aprovechaba para hablar con Bella por la conexión de Internet que mantenían a diario con su hija. Le alegraba verla cada día más feliz que el anterior. Ese día al igual que el anterior regresaba de la casa Cullen un poco más tarde de lo que correspondería una visita ordinaria, pero ¡que diablos! Pensaba Charlie, si es como si en esa casa jamás durmieran; así que no importaba demasiado si se quedaba un poco más, por otro lado ni Bella ni Nessie le recriminaban por ello. Estacionó la patrulla en el lugar de siempre pero ya estaba demasiado cansado para notar la silueta que se dibujó contra el recibidor cuando las luces del auto apuntaron allí. Se percató de que alguien más estaba allí cuando vio otro auto un poco más allá, al lado de la camioneta que fue de Bella. Ahora fijó su vista en dirección a la puerta de su casa y casi se ahogó con su propia saliva cuando reconoció a la persona que allí lo esperaba.

-¿Qué tal estás Charlie?

-Bien, creo... ¿y tú?

-Estoy bien, pero debemos hablar.

-Supongo, ¿quieres pasar?- avanzó a un lado para abrir la puerta de la casa. Una vez estuvieron dentro él colgó la pistola y su chaqueta y luego se dirigió a la cocina.- ¿Quieres tomar un café?

-No, Charlie. Quiero hablar... de Bella, nuestra hija.- Charlie dejó la taza a un lado y miró a Renee con más atención, entonces supo que algo debía saber y que esa noche sería muy, pero muy larga.

-Hablemos, entonces.

0 opiniones:

Publicar un comentario

 

Despertar Copyright © 2008 Black Brown Art Template by Ipiet's Blogger Template