sábado, 14 de febrero de 2009

Capítulo I: Día de la Madre


Era una mañana como cualquier otra en Forks, oscura y con niebla; sin embargo, cuando Renesmee abrió los ojos supo que ese día sería muy especial, entretenido más bien. Su padre le había dicho que el domingo siguiente sería el día de la madre y por lo tanto hoy irían de compras a Portland, ahí, le había dicho, nadie los conocía y sería más fácil pasear como el padre e hija que eran.

-Buenos días!- saludó en cuanto entró a la habitación de sus padres, a pesar de que ambos habían oído cuando despertó no dejaron de sobresaltarse. Normalmente su hija era más cauta, se comportaba casi como una adulta.

-Hola cariño, ¿Qué tal amaneciste hoy?- Edward se incorporó y extendió sus brazos para recibir a su hija que inmediatamente corrió a refugiarse en ellos.

-Muy bien, ¿vamos a ir hoy, verdad?- sus ojitos brillaban de ilusión mientras veía fijamente a su padre.

-Si hoy vamos, pero quizás debamos darnos otra vuelta durante la semana, no sé si recorreremos todos a tiempo para que puedas elegir.

-¿A dónde se supone que van ustedes dos?- la melodiosa voz de Bella los interrumpió. Habían olvidado que ella estaba ahí.

-Oh!, Mamá ¡buenos días!- saludó Renesmee girándose hacia su madre mientras le dedicaba una hermosa sonrisa, Bella sonrió con cariño y le acarició la cabeza, desordenando luego su cabello.

-No van a lograr confundirme, ninguno- remarcó señalando a Edward- quiero que me digan ahora mismo que se traen ustedes dos entre manos- Bella se cruzó de brazos y levantó una ceja en señal de espera.

-Nessie, ¿Por qué no vas a darte una ducha mientras hablo con tu madre?- Renesmee no dudó un instante en bajar de la cama y salió disparada al baño.

-Ya te dije Edward que…- pero no alcanzó a terminar porque Edward se abalanzó sobre ella y la besó con dulzura pero con fuerza, impidiéndole zafar, ya había pasado casi un año desde su transformación y su fuerza disminuía poco a poco.

-¿me decías?- preguntó él juguetonamente cuando se separó un momento.

-Yo…bueno…emm…oh! Demonios Edward, vuelve aquí!- murmuró enfadada Bella mientras lo acercaba a ella para profundizar el beso. Ambos rogaron que Nessie se tomara su tiempo en la ducha.

***

A pesar de que habían logrado zafar de Bella, Edward no pudo evitar que Jacob los acompañara. Estaba esperando en el porche de la casa Cullen; apenas Nessie lo vio corrió a sus brazos y Edward supo que esa salida sería de tres.

-¿Van de salida?- preguntó con falsa inocencia Jacob, pues Renesmee ya le había mostrado, más o menos, lo que planeaban hacer.

-Buenos días, Jacob- Edward fue educado en extremo, lo que significaba que estaba muy pero muy molesto, y eso le encantó a Jacob- sí vamos de salida, una salida de padre e hija.

-¡Oh! Pero tal vez Nessie quiera que los acompañe, ya sabes, soy amigo de Bella puedo saber que es lo que es realmente le gustaría recibir.

-Yo soy su esposo, créeme que sé sobre eso mucho más que tú.

-Pero yo quiero que vaya, papá.- Jacob sonrió con suficiencia cuando Edward dejó caer los hombros derrotados, sabiendo que como a Bella, a ella tampoco podía negarle nada.

-Bien, vienes con nosotros; pero, si por algún motivo Bella se entera de cual será su regalo, te juro que no habrá imprimación que valga para salvarte la vida.- El tono de Edward era amenazante pero sonreía de lado, dando a entender que tal vez, sólo tal vez, estaba bromeando.

-Es un trato, entonces- dijo Jacob seriamente y luego se dirigió a Nessie- ¿Qué te parece si comemos algo cuando lleguemos a Portland?- comenzó a caminar en dirección al Volvo con Nessie en brazos, ignorando por completo a Edward cuando pasó por su lado.- ¡Rápido, anciano. Que no tenemos todo el día!- gritó Jacob a un lado del Volvo y Edward apretó los nudillos con fuerza. Ese sería un día muy largo.

-Y de seguro tendré que pagar todo lo que este chucho coma- murmuró antes de ir hasta su auto a toda velocidad.

***

Los días pasaban con una calma alarmante para Bella. Inconcientemente se había acostumbrado al nivel de estrés que suponía estar en constante peligro de muerte y la calma que reinaba ahora la tenía inquieta. No es que le molestara, pero sumado a eso a que ahora jamás dormía; le parecía que tenía demasiado tiempo libre y nada útil que hacer. Ahora comprendía mejor a Carlisle y su afán de estar siempre en el hospital, o a Edward que estudió tantas cosas antes de conocerla; y al resto que simulaban tener un vida normal. Eso era para hacer algo. Pero ella no podía volver al pueblo, la habían conocido humana y este cambio supondría una sorpresa general que en nada les convenía. Había podido lidiar con Charlie y poco a poco contarle algunas cosas, pues a pesar de su negativa a saber más del asunto, se vio sorprendido cuando en una de sus visitas Bella olvidó cambiar sus lentes de contacto y éstos de deshicieron dejando ver sus ojos ahora de color ámbar. Un ruido en el cuarto de al lado la distrajo, sentía el rasgueo constante de un lápiz sobre un papel y no pudo evitar ir a echar un vistazo. Si hubiese sido humana, se habría puesto a llorar de emoción cuando vio, por sobre el hombro de Nessie que estaba sentada en su mesita de juegos, como ella pintaba con varios colores unas letras huecas en un papel blanco que rezaban “FELIZ DIA MAMÁ”. Bella la abrazó por la espalda y Nessie dio un respingo cuando la sintió.

-¡Mamá! se supone que no debías ver esto- refunfuñó cuando ella la soltó.

-Lo siento, pero no pude evitar ver lo que hacías, prometo que no le diré a tu padre- le sonrió esperando su respuesta y sintió un enorme alivió cuando la niña le devolvió la sonrisa.- ¿Es por esto que salisteis el lunes?

-Sip, pero no te diré que son tus regalos, eso lo sabrás sólo el domingo.- inmediatamente la niña se tapó la boca con sus manos.

-Así que son varios regalos…mmm… que interesante- repentinamente Bella estaba intrigada por saber que le obsequiarían. Se dio cuenta que cuando los regalos no eran por su cumpleaños si le gustaba recibirlos.

-Bueno, creo que no tiene caso continuar con esto, ya lo viste casi todo- pero antes que Renesmee pudiera tomar el papel y arrugarlo para tirarlo, Bella lo tomó.

-No, es precioso yo lo quiero; además, si no me lo das, tu padre podría sospechar.- Nessie asintió en silencio y lo tomó de las manos de su madre. Repentinamente Bella pensó en algo y su cuerpo se tensó.

-¿Sucede algo, mamá?

-No es nada, sólo pensaba que… bueno, no sé. Dime algo Nessie, ¿sólo compraron regalos para mí?- la niña se encogió un poco, no quería revelar demasiada información.- No le diré a tu padre.

-Bueno, no. Compramos algo para mis abuelas también.

-Oh!- Bella se quedó pensativa unos instantes y luego le sonrió a su hija pensando que ya había encontrado algo útil que hacer con su tiempo, por lo menos, durante esa semana.

***

Renesmee se despertó muy contenta ese día, por fin era domingo. Había estado toda la semana preparando regalos, abrió el cajón de su mesita de noche y sacó el dibujo que había hecho para Bella. Corrió al cuarto de sus padres.

-¡Feliz día mamá!- dijo apenas entró. Edward sonreía de lado y Bella se sentó emocionada cuando Renesmee le entregó un papel doblado a la mitad. Dentro estaban las letras pintadas en color rojo que decían “FELIZ DÍA MAMÁ” adornadas por unos dibujos de nubes en la parte de arriba y mucho césped abajo, por él se veían tres figuras una alta, masculina y las otras dos femeninas una más pequeña que la otra, eran garabatos pero Bella entendía que eran Edward, Nessie y ella. No pudo evitar emocionarse cuando lo vio completo.

-Oh! Es… es precioso, muchas gracias hija.- Dijo mientras la acercaba para abrazarla y besarla en las mejillas y la frente.

-Feliz día, amor- saludó Edward mientras se acercaba y la besaba tiernamente en la frente. Bella cerró los ojos y respiró profundamente recordando que Nessie estaba ahí.

-Gra... gracias.- murmuró.

-¡Bien!- dijo edward poniéndose en pie y dirigiéndose a la enorme habitación con ropa, cortesía de Alice- creo que debemos ir a casa de mis padres, es la primera vez que celebramos un día de la madre de verdad y todos nos esperan.


Bella ayudó a Renesmee a vestirse, para ese día había elegido un vestido blanco adornado con estampas de flores en tonalidades rosas pasteles, con un delicado bordado en el final de la falda. Era de manga corta por lo que Bella le puso un bolero blanco para cubrir sus brazos, Se calzó sus botines favoritos (de montaña, café oscuro), a pesar de que Bella le insistió en que mejor usara sus lindas botas nuevas que además si combinaban. Renesmee se negó tajantemente y casi hace un berrinche cuando Bella le sugirió que mejor no usara el sombrero porque el día estaba nublado. Finalmente se dio por vencida y la niña sonrió contenta cuando se vio en el espejo.

-¿A que soy linda, verdad mamá?- Bella no pudo evitar sonreír.

-Si cariño, eres la niña más hermosa del mundo.- Edward llegó en ese momento y sólo sonrió cuando vio a su hija vestida así, abrazó a Bella con una mano y con la otra le hizo señas a Nessie para que tomara la otra.

-Se parece mucho a ti- murmuró él cuando salieron de su casa- tiene una facilidad exquisita para vestirse despreocupadamente y verse siempre linda.- Si Bella hubiese podido, habría enrojecido profusamente.

-Te amo- dijo así sin más, sin saber que otra cosa podría decirle a su esposo al sentirse totalmente indefensa cada vez que el le hacía un cumplido.

-Lo sé- dijo él con suficiencia mientras sonreía- es por eso que me soportarás eternamente ¿recuerdas?

-Un “te amo, también” no me habría molestado- Renesmee ahora se soltó del agarre de Edward para correr a la entrada de la casa donde Jacob y Seth estaban esperándola.

-Amor- dijo Edward deteniéndose de pronto y girando para quedar frente a ella- estuve esperando por ti casi cien años, me has dado una hija hermosa y deseo pasar toda la eternidad junto a ti… ¿crees que podría no amarte?- Bella respiró hondo mientras se acercaba a su esposo.

-No olvides tampoco que tolero pacientemente tu carácter tan cambiante y tus locas ganas de seguir protegiéndome aún cuando no lo necesito… ah! Y también soporto que tengas secretos a mis espaldas con Nessie- dijo levantando su dedo índice amenazante.

-¿No podías decir simplemente “te amo, también”- ambos sonrieron y se acercaron para besarse, se abrazaron y Edward levantó levemente a Bella hasta arrastrarla al tronco del árbol más cercano, cuando sus manos bajaron a su cintura oyeron a Jacob gritarles.

-¡Oigan, pervertidos! ¡Hay niñas presente!- se soltaron al instante mientras sonreían, Edward tomó la mano de Bella para caminar nuevamente en dirección a la casa, pero antes de llegar a la distancia en que sabía el resto de su familia podía oírlos le murmuró al oído.

-Esta noche que Nessie se quede con Rosalie… haremos demasiado ruido- Bella no alcanzó a responder porque ya estaban junto a Jacob, Seth y Nessie.

-¡Hola Jake! ¡Que hay, Seth!- saludó Bella mientras subía los escalones del pórtico simulando el nerviosismo que las palabras de Edward habían provocado.

-Hola Bella, Edward- Saludó Jacob, Edward movió la cabeza respondiendo el saludo y se giró para ver a Seth.

-¿Cómo estás, muchacho?- ambos levantaron sus puños y los chocaron en el aire a modo de saludo.

-Muy bien, gracias…emm…¿no les molesta que haya acompañado hoy a Jake? Sucede que en casa Leah está preparando algo “sólo entre chicas” – hizo las comillas con los dedos en el aire- para celebrar el día de la madre y me vi excluido de sus actividades.

-Claro que no hay problema, Seth, eres muy bienvenido a casa, cualquiera de las dos casas. Cuando quieras- miró detenidamente a Jacob para luego agregar- no como otros que se aparecen sin ser invitados.- Bella sonrió al recordar que Edward estaba tremendamente celoso de Jake pues, como le había dicho en una ocasión él sabía que el día que Nessie se separara de ellos sería para estar con él, y no soportaba que el poco tiempo que ellos la podrían disfrutar completamente igual debían compartirla. Jacob gruñó por lo bajo.

Cuando entraron a la casa Bella se sorprendió al ver la mesa del comedor abarrotada de comida, ellos eran vampiros ¡no comían!, ¿de que iba todo eso?.

-Edward, ¿que sucede aquí?

-Bueno, no podía ser una sorpresa completa si no incluía una fiesta sorpresa.- cuando Bella iba a replicar se vio interrumpida por el ruido de las escaleras, se giró a ver y pudo comprobar que Emmett bajaba a toda velocidad seguido por Rosalie que, como siempre, bajaba magistralmente como si fuera una princesa. Apenas Renesmee los vio se deshizo del abrazo de Jacob y corrió a saludarlos.

-Tío, tía- gritó cuando los vio, Rosalie la tomó en brazos y besó sus mejillas dándole un fuerte abrazo, Emmett se acercó y tomó uno de sus rizos y lo jaló suavemente.- ¡Hey! Espera que sea más grande, tío y verás como te jalo yo el cabello- todos rieron y en ese momento salieron de la cocina Carlisle, Esme, Jasper y Alice, Renesmee se deshizo del abrazo y fue a saludarlos. Estaban en eso, cuando el timbre de la puerta sonó, tan distraída estaba Bella con todo lo que sucedía a su alrededor que no escuchó el motor de la patrulla cuando llegó a la entrada de la casa. Esme fue a abrir la puerta.

-Buenos días, Charlie. Pasa, por favor- Charlie recorrió el lugar con la vista y cuando vio a Bella caminó directo a ella.

-Hola, hija ¿Qué tal estás?- parecía nervioso, Bella pensó que si ella hubiese sido humana habría estado igual, que todos estuvieran al pendiente de ellos no era precisamente de su agrado.

-Hola, papá- Bella se acercó suavemente a él y lo besó en la mejilla, Charlie sonrió complacido, últimamente su hija estaba más cariñosa de lo habitual.

-Bueno…esto…yo…emm… te he traído algo- sacó del bolsillo de su chaqueta una pequeña cajita forrada de terciopelo azul- lo elegimos entre Renee y yo, quería venir, pero prefiero esperar un poco, no sé, prepararla para que no se infarte cuando te vea- Emmett soltó una risita pero fue acallado rápidamente por un sutil codazo de Rosalie en sus costillas.

-Gracias, papá- lo tomó presurosa en sus manos y con cuidado sacó la tapa, en su interior había una preciosa cadena de oro con un dije en forma de espiral, también de oro.- Es bellísimo, me encanta, muchas gracias ¿cómo es que lo eligieron entre los dos?- preguntó mientras Edward presuroso colocaba la cadenita alrededor de su cuello.

-Bueno, en Internet hay un montón de formas diferentes de comprar, buscamos algo y nos mandamos por mail los link con la información, así fuimos descartando hasta que elegimos este, Phil también ayudó- aún se veía nervioso y se rascó la cabeza mientras miraba sus zapatos.

-¡Oh, papá!- se abrazo a Charlie y si Bella hubiese podido llorar, lo habría hecho.

***

El día transcurrió sin mayores contratiempos, Jacob, Seth y Charlie asaltaron la mesa con comida y la vaciaron en poco tiempo, por lo que Esme y Alice fueron presurosas a la cocina para preparar más. Mientras, Jasper jugaba ajedrez con Edward, Carlisle conversaba animadamente con Charlie y los licántropos; Emmett se entretenía molestando a Renesmee, que en un momento de enfado, le arrojó un florero tan certeramente que impactó de lleno en su rostro. Todos se giraron asustados, pero cuando lo vieron con el rostro mojado y dos margaritas adornando su cabeza, todos rompieron en carcajadas. Bella, que en ese momento bajaba las escaleras junto con Rosalie no pudo evitar lanzar una mirada de reproche a Edward por no estar al pendiente de lo que su hija hacía.

-No te enfades con él, Emmett a veces es realmente molesto con Nessie, se mecería ese florero hace tiempo.- Rosalie miraba con algo de aprehensión a Renesmee que había comenzado a recoger los pedacitos de vidrio roto, pero antes que pudiera tocar uno, Edward y Jasper se apresuraron a limpiarlo todo.- Uf!, por un momento pensé que podría lastimarse.

-Igual yo, para la próxima me aseguraré de ser yo quien le arroje algo en la cabeza a Emmett- todos se giraron al oírla y nuevamente se oyeron risas.

-Papá, ¿ya podemos entregar los regalos?- Nessie se había olvidado por completo de Emmett mientras este se quitaba las flores de la cabeza y con exagerada cortesía se las entregaba a Rosalie, quien luego de recibirlas le dio un coscorrón para luego besarlo suavemente en los labios.

-Si, creo que ya es hora- dijo mirando en dirección a la cocina donde Esme y Alice volvían con más bandejas que se apresuraron a dejar en la mesa. Jacob y Seth miraban hipnotizados las hamburguesas que aún soltaban algo de vapor.- ¿Puedes ir sola a buscar las cosas o prefieres que te acompañe?

-Ven conmigo, haría muchos viajes si fuera sola- Bella se preguntó cuantas cosas habrían comprado aquel día en Portland, antes de salir Renesmee se giró hacia Charlie y fue hasta él- ¿Abue, te puedo pedir algo?

-Si Carlie, dime- Charlie era el único que usaba con ella su segundo nombre, según dijo se sentía orgulloso de que una parte de su nombre fuera para ella.

-¿Prometes que cuidaras a Jake mientras no esté? Le gusta molestar a tía Rosalie y ella se enfada con facilidad.- Charlie miró a los interpelados que estaban atónitos ante tal petición ¡que extraña estaba Carlie últimamente!

-Lo prometo, no se sacarán los ojos mientras esté aquí, pero… si escuchas un disparo es que me colmaron la paciencia.- dijo fingiendo seriedad.

-Oh! Está bien, pero no les apuntes en la cabeza, en las piernas sí, así vivirán.- y sin más se alejó seguida de Edward que miró significativamente a Bella quien se encogió de hombros.

-No sé que le sucede, prometo que hablaré con ella… ¡hacer esas bromas!

-¿Bella?- Jacob la miró significativamente.

-¿Sí?

-Ella hablaba en serio, por eso se lo pidió a Charlie, el “neutro”- hizo las comillas en el aire, igual que Seth hace un rato- sabe que él sería muy capaz de dispararnos si no cumplimos…nos amenazó- susurró para sí, luego miró a Rosalie y dijo- tienes suerte rubia, hoy no pretendo terminar el día quitándome una bala de la pierna.

-Pues que pena- le respondió ella- me hubiese encantado verte chillando como un bebé asustado- El ambiente estaba denso cuando Renesmee entró cargando un par de bolsas de papel, tras ella Edward cargaba varias cajas y caminaba con dificultad pues no podía ver bien, Charlie y Carlisle se apresuraron (Carlisle a velocidad humana) en ayudarle.

-Gracias, creo que Renesmee heredó de Alice el hábito compulsivo por las compras- Alice sonrió con suficiencia ante el comentario.

-Te dije que era una chica lista, muy bien Nessie, si quieres salimos a ver algunas tiendas mañana- le guiñó un ojo mientras sonreía y Renesmee asintió vehementemente.

-¡Mujeres!- murmuraron todos los hombres presentes lo que causó una nueva serie de risas.

Comenzó la repartición de regalos, el primero fue una caja que le entregaron a Charlie para Renee, siguió un traje de dos piezas verde botella para Esme, a Bella Edward le regaló “Cumbres Borrascosas” ya que su libro antiguo era un conjunto de papeles arrugados y con dibujitos de colores hechos en los bordes, cortesía de Renesmee.

-¡Wow!, gracias amor.- lo besó al principio con suavidad, pero Edward respondió efusivamente. Sólo se detuvieron cuando Jasper tosió sonoramente. Se separaron pero mantuvieron sus manos tomadas.

-Por favor, un poco de control- murmuró señalando a Nessie quien en ese momento estaba separando un regalo del resto.

-¿Y eso?- dijo Edward en cuanto lo vio.

-Ese es para el final.

-No vi cuando lo compraste.

-No lo compré, lo hice yo… pero no sigas preguntando, espera lo que falta.- Tomó un sobre dorado y se lo acercó a Bella.

-Este es de parte de Jacob, felicidades mamá- Bella se acuclilló a la altura de su hija no sin antes dirigir una mirada de agradecimiento a Jacob quien asintió sonriendo, y tomó el sobre. Estaba nerviosa, definitivamente ahora sí le gustaban los regalos, cuando lo abrió y vio lo que había en su interior, no pudo evitar reprimir un gritito de asombro, con cuidado, sacó del interior un marco fotográfico, en él estaba una foto que Jacob había tomado convenientemente el domingo anterior. En ella Edward la abrazaba por la cintura, Renesmee estaba de pie entre ambos y sonreía con sus brazos en la espalda. De fondo estaba su casa.

-Oh! Jake, muchas gracias…está muy linda.

-Por nada, le dije al cabezota de tu marido que te gustaría- dijo mirando a Edward quien solo bufó.

-Mami, este es mío- dijo Renesmee entregándole un sobre para cartas, Bella la miró extrañada pero su hija mostraba una radiante sonrisa.- vamos, ábrelo- la apremió.- Bella tomó el sobre y cuando vio su interior miró a Edward y luego a su hija sonriendo ampliamente.

-¡Esto es grandioso!- Sacó los dos pasajes de avión que habían en el interior y dijo en voz alta, dirigiéndose al resto- Son pasajes para Edward y para mí… a Brasil.- terminó en susurro.

-Es que su primera luna de miel se vio interrumpida por mí, quiero que ahora si puedan disfrutarla- Bella abrazó a su hija y Edward rápidamente llegó al lado para unirse al abrazo.

-Tu fuiste nuestro mejor regalo de boda, hija, que eso no se te olvide- dijo Edward mientras besaba su frente.

-¿Sólo dos pasajes?- preguntó Rosalie- ¿y con quien te vas a quedar?

-Pues contigo, claro.- todos rieron, al parecer la pequeña Nessie ya tenía todo organizado.

-Falta sólo un regalo, ¿que le hiciste a Bella?- preguntó suavemente Esme, Renesmee se bajó de los brazos de su madre quien automáticamente entrelazó su mano con la de Edward.

-No, abue Esme, ese no es para mamá- lo tomó y caminó hacia el sofá… donde estaba Rosalie- Feliz día, mami Rose- se hizo un silencio profundo mientras todos esperaban la reacción de Rosalie, ella sólo atinó a estirar los brazos y tomarlo entre sus manos, se quedó viéndolo fijo.- ¿No lo vas a abrir?- la pregunta de Nessie la sacó de su ensimismamiento y lentamente comenzó a quitar la cinta adhesiva del borde. Edward miró a Bella quien le cerró un ojo y acarició el dorso de su mano que tenía sujeta con la yema de sus dedos. Rosalie soltó un gritito, mezcla de asombro y alegría, mientras tomaba en sus manos una cajita hecha con palitos de helado, tenía pegada escarcha de distintos colores y lentejuelas; en la tapa, también con escarcha estaba escrito en una clara caligrafía infantil “LAS JOYAS DE ROSE”. Rosalie no decía palabra alguna y Renesmee comenzó a angustiarse- ¿No te gustó? Yo sabía que sería muy simple, le dije a mamá que mejor te compráramos uno, pero ella insistió…

-Es precioso…el mejor regalo que he recibido en mi vida- Rosalie por fin había hablado y cuando miró a Bella esta añadió rápidamente.

-Todos sabemos aquí que de no ser por ti, Nessie no estaría con nosotros. También hiciste posible que ella naciera y por lo tanto eres su madre también.- Rosalie sonrió y sus ojos brillaron de forma extraña, muy extraña para un vampiro.

-Tía Rose, ¿Qué te sucede?- todos se giraron a verla con más cuidado, era verdad algo extraño estaba sucediendo, y Rosalie lo supo cuando sintió algo húmedo salir de sus ojos y resbalar por su mejilla. Estaba llorando.

El silencio se extendió por varios minutos mientras Rosalie trataba de detener su llanto, limpiándose fervorosamente las mejillas, Emmett llegó a su lado a la velocidad del rayo sin importarle la presencia de Charlie y la abrazó por la espalda.

-Shh, tranquila amor, todo está bien- Emmett susurraba en su oído.

-Yo sabía que al final no te gustaría, quedó tan mal que hasta te hice llorar, lo siento tía Rose- Rosalie levantó la vista para ver a Renesmee que mantenía la vista fija en sus zapatos mientras entrecruzaba los dedos de sus manitos.

-Ya te dije que es lo más hermoso que jamás me han dado, mis lágrimas son de felicidad…me llamaste “mami”- su voz se quebró al final de la oración y abrazó a Nessie quien respondió a su abrazo con alegría.- Gracias también a ti, Bella- dijo dirigiéndose a éste que hasta ese momento no había podido dejar de observar aquella escena ensimismada y agradeció mil veces el haber sido tan obstinada con Edward respecto a “esa experiencia humana” que le permitió ser madre.

-No hay que agradecer, sólo es lo que corresponde.- En ese momento Emmett soltó a Rosalie y mientras estiraba su cuerpo dijo:

-Entonces yo quiero llantas nuevas para mi jeep en el día del padre- miró a Renesmee y le guiñó un ojo, ella en respuesta le mostró la lengua.

-Ni lo sueñes, tío, tal vez corte los frenos… ese sí sería un buen regalo de mi parte- todos rieron, incluida Rosalie. Jacob tomó una de las hamburguesas y Seth lo imitó al instante. Repentinamente el ambiente había vuelto a ser relajado. Bella vio como Carlisle se acercaba a Rosalie para abrazarla, y pudo escuchar como ella murmuraba “papá” antes de romper a llorar nuevamente, esta vez sin llamar tanto la atención. Emmett se mantenía cerca de ella. Jasper abrazaba a Alice por la espalda y le murmuraba cosas al oído a lo que Alice sonreía, sin despegar la vista de su hermana. Charlie agradecía a Esme por la deliciosa comida y Renesmee estaba muy entretenida haciendo algunas decoraciones en la pared de la cocina. Bella la iba a reprender cuando un suave apretón de mano la hizo girar la vista a Edward.

-Deja que termine con su obra, a Esme le encanta que ponga sus dibujitos por todos lados. Tú y yo tenemos que hablar- le dijo al oído viéndola seriamente, Bella supo que la iba a regañar, sólo no supo porque. La guió en silencio a las afueras de la casa, desde allí podían ver el espeso bosque que hoy parecía oculto tras una densa capa de neblina, típico de Forks.

-¿Sucede algo?- preguntó Bella inocentemente mientras acariciaba el cuello de Edward con su dedo índice.

-¿Cómo supiste lo que planeábamos con Nessie? ¿Alguien te lo dijo?- su tono era pausado, pero a Bella le sonó algo amenazante, vio como Edward dirigía fugazmente una mirada a la casa, al lugar donde Jacob comía otra hamburguesa.

-Descubrí a Nessie haciendo el dibujo que me entregó esta mañana y bueno, creí justo que hiciera algo a Rose también, como dije allí adentro, ella es también su madre y…- pero no pudo seguir hablando porque Edward la besó tan intensamente que se sintió transportada a otro mundo.

-Vamos a despedirnos- murmuró Edward cerca de sus labios- creo que debemos empezar ahora a practicar algunas cosas que podríamos hacer en nuestra segunda luna de miel- Si Bella hubiese podido enrojecer, ahora sería un tomate, pero sólo sonrió y caminó a la casa con Edward de su mano- Te amo- dijo él estando a punto de entrar.

-Te amo, también.

0 opiniones:

Publicar un comentario

 

Despertar Copyright © 2008 Black Brown Art Template by Ipiet's Blogger Template